En 2025, España enfrenta una notable escasez de mejillones, un fenómeno que no solo afecta a la industria pesquera, sino también al mercado de mariscos y a la economía de las zonas costeras. Esta escasez no es un problema aislado, sino el resultado de una serie de factores interrelacionados, desde las condiciones climáticas extremas hasta los conflictos internos entre sectores pesqueros. En este post, exploraremos las principales causas de esta escasez y cómo cada una de ellas impacta en la producción de mejillones en el país.
Factores climáticos adversos: Un impacto directo en la producción
Uno de los factores más significativos que ha afectado la producción de mejillones en España en 2025 ha sido el cambio climático. En los últimos años, las condiciones climáticas extremas han alterado de forma drástica los ecosistemas marinos, afectando directamente a la producción de mejillones.
En 2022, el Delta del Ebro experimentó temperaturas del agua superiores a 30°C durante casi seis semanas consecutivas, lo que resultó en la pérdida de alrededor de 150.000 kilos de mejillones y en la desaparición de gran parte de la cría para la siguiente campaña. Esta alteración en las condiciones del agua dificultó el crecimiento y la reproducción de los mejillones, lo que ha tenido consecuencias a largo plazo.
De manera similar, en Galicia, una de las principales zonas productoras de mejillones en España, la producción de mejillones disminuyó un 23% en 2023 respecto al año anterior, en gran parte debido a las olas de calor que afectaron las rías gallegas. Esta situación afectó a las zonas donde se concentra el 97% de la producción nacional, reduciendo significativamente la cantidad de mejillones disponibles para su comercialización.
Escasez de semilla (mejilla): Un obstáculo para la producción
Otro de los factores que contribuyen a la escasez de mejillones en 2025 es la falta de semilla de mejillón, también conocida como mejilla. La semilla es esencial para iniciar el proceso de cultivo de los mejillones, pero su disponibilidad se ha visto afectada por varios factores.
Un estudio realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha identificado cambios en los vientos del norte durante la fase larval del mejillón, lo que ha dificultado la dispersión de las larvas y, en consecuencia, la recolección de semilla. Además, los cambios en las estrategias de cultivo de los productores también han influido en la escasez de semilla disponible para el cultivo, lo que limita la capacidad de las conserveras para producir mejillones en grandes cantidades.
Competencia internacional: Un desafío para la producción española
La competencia internacional también ha jugado un papel importante en la escasez de mejillones en España. Países como Chile, que han incrementado su producción de mejillones, están desafiando la posición de España en el mercado global. Tradicionalmente, España ha sido uno de los mayores productores de mejillones para consumo interno y exportación, pero la creciente competencia de países productores ha obligado a las empresas españolas a replantear su estrategia comercial.
El auge de la producción de mejillones en países como Chile ha afectado la oferta de mejillones españoles, lo que ha generado una presión sobre el mercado y ha elevado los precios de este marisco en las costas españolas. Además, los precios de producción más bajos en otros países han hecho que el mejillón español pierda competitividad en el mercado global.